viernes, julio 11, 2008

El toro

Un campesino tenía un toro reproductor, el mejor toro de la región.

Ese toro era su único patrimonio. Salían los mejores becerros y el toro se convirtió en la única y principal fuente de ingresos del campesino.

Los hacendados locales descubrieron que el toro era el mejor reproductor de la zona, comenzaron a alquilarlo para cruzar sus vacas, comprobando que de ese cruce.
Además el toro era rendidor y rápido, no perdonaba a ninguna vaca que le pasara cerca, y parecía que nunca se cansaría de engendrar.

Un día, los hacendados se reunieron y decidieron comprar el toro para no depender más del campesino. Un representante fue y le dijo: “Ponle precio a tu toro que te lo vamos a comprar”.
El campesino, que no quería perder su fuente de ingresos, pidió una cifra absurda para que fuera rechazada.

Los hacendados se quejaron al alcalde por el precio del animal, y éste, sensibilizado con el problema, compró el toro con fondos municipales, registrándolo como patrimonio municipal y poniéndolo al servicio de toda la comunidad.

El día de la inauguración de los servicios, los hacendados trajeron sus vacas para que el toro las preñara.
Le pusieron la primera, y nada.
“Debe ser la vaca- dijo uno – es muy flaca”.
Le trajeron una gran campeona Holandesa, el toro la olfateó, y ¡¡ nada !!
Le pasaron el rodeo entero, pero ¡¡ el toro ni se inmutó !!

El alcalde, furioso, llamó al ex-dueño y lo increpó a solucionar el problema...
¡¡¡ Se había gastado el dinero de los contribuyentes y no quería pensar que todo fuera una estafa más !!!

El campesino se acercó al toro y le habló al oído: ¡¡Que hacés hermano!!, ¿no querés trabajar?

El toro lo miró largamente…… y desperezándose, le respondió: ¡No me jodás hermano.

¡¡Ahora soy funcionario público !!

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