Según un estudio de la Escuela de Salud Pública y del Departamento de Psicología de la Universidad de Michigan, en EE UU, una pareja no debe ocultar su indignación si quiere evitar una muerte prematura. Cuando ambos cónyuges suprimen su indignación ante un ataque o una crítica injusta del otro, la muerte prematura es el doble de probable que en los otros tipos, según Ernest Harburg, profesor de esa Universidad de Michigan y director del estudio.
¡Vamos, que es sano pelearse! En cambio unos investigadores de la Universidad de Maryland, dirigidos por el doctor Siegman, han encontrado que exteriorizar la ira incrementa el riesgo de cardiopatía no sólo en los más hostiles sino en todo tipo de personas. Siegman asegura que entre las personas que ya han sufrido los síntomas de un infarto, aquellos que expresan abiertamente su agresividad, sufren más bloqueos en sus coronarias que los que la reprimen.
¿A quién hacemos caso? Sea como sea, la ira sin control entre las parejas produce mucho daño, y a veces de consecuencias irreparables, por muy beneficioso que pudiera resultar a la salud de quien la derrocha. Cierto es que un mundo sin conflictos, es utópico. Y que la paz no es la ausencia de conflictos, sino la capacidad para resolverlos.
Pero, ¿alguien ha hecho un estudio para comprobar si alarga la vida resolver los conflictos de pareja dialogando y cambiando el ataque verbal por las caricias? Creo que no. Entre otras cosas, porque desgraciadamente la muestra sería muy pequeña.
¡Vamos, que es sano pelearse! En cambio unos investigadores de la Universidad de Maryland, dirigidos por el doctor Siegman, han encontrado que exteriorizar la ira incrementa el riesgo de cardiopatía no sólo en los más hostiles sino en todo tipo de personas. Siegman asegura que entre las personas que ya han sufrido los síntomas de un infarto, aquellos que expresan abiertamente su agresividad, sufren más bloqueos en sus coronarias que los que la reprimen.
¿A quién hacemos caso? Sea como sea, la ira sin control entre las parejas produce mucho daño, y a veces de consecuencias irreparables, por muy beneficioso que pudiera resultar a la salud de quien la derrocha. Cierto es que un mundo sin conflictos, es utópico. Y que la paz no es la ausencia de conflictos, sino la capacidad para resolverlos.
Pero, ¿alguien ha hecho un estudio para comprobar si alarga la vida resolver los conflictos de pareja dialogando y cambiando el ataque verbal por las caricias? Creo que no. Entre otras cosas, porque desgraciadamente la muestra sería muy pequeña.
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